(En el 5º aniversario de tu muerte, AMIGO, un 30 Dic.)
MENSAJE AL LUGAR DONDE LAS ALMAS BUENAS DESCANSAN:
Juan, próximos al 30 de Dic., fecha en que hace cinco años te arrebataron la vida, en tierras muy lejanas de forma brutal, a mi alma le ahoga un nudo al recordarte con tu perpetua alegría y ganas de seguir con vida. Antes de que los que están
estuvieran, estábamos. Antes de que alguien se apuntara prioridad, tú y
yo ya éramos los primeros. Fuimos unidad familiar sin ser consaguíneos, tú siempre me lo decías:-"Vosotros sois mi familia". Los dos nos supimoscuando nadie lo sabía;y los dos, sin tocarnos ni vernos, seguimos en contacto sinque nadie lo perciba. (Sigue visitándome en sueños, guíame;ya queda menos para volver a encontrarnos) - - - - - - - - -
“Aligual que los
libros, también enfermó de soledad y olvido. Su mirada había perdido frescura y brillo. Todo lo que su gris escritura narraba, eran historias vestidas de barro y olvido. Su vida era como un mapa inconcluso lleno de islas apiñadas y asustadas, rodeadas de un mar sin fondo amenazando constantemente con tragárselas...”
Era un 7 del mes de Agosto de luna llena. Ella no pudo dormir más de una hora aquella noche en que la alta temperatura la sofocaba. Eran las cuatro de la madrugada. El calor era agobiante.
Se dirigió a la cocina y sacó tres cubitos de hielo del
congelador. Volvió con ellos a su dormitorio. Se asomó a la ventana mientras se los pasaba lentamente por
las sienes, cuello y pecho hasta donde su escote se lo permitía. Sólo vestía dos prendas, una de ellas era una camiseta de algodón blanco con finos
tirantes que le costaba mantener sobre sus hombros, porque la ley de la gravedad, aliada con la seda de su piel, se empeñaba en cumplir con su función.
El agua derretida le escurría entre los senos llegando al dulce aposento de su ombligo.
Estaba sola y desvelada.
“... Hemos nacido para nada. No fuimos consultados. Existimos con la única finalidad de irnos, un viaje
perdido. Creamos familias; nos educamos; trabajamos para mantenernos vivos a toda costa;
levantamos monumentos a batallas en las que no creemos, imágenes ante las que nos arrodillamos, rezamos y que nada nos dicen, nunca nos responden ni nos aconsejan. Queremos creer en algo para distraer la certeza de este
cielo absurdo...”
Ella continúa asomada a la ventana. Los cubitos se habían reducido al tamaño de unos garbanzos. Abre la mano lentamente y muy despacio los deja caer a la
calle.
Cada gesto, cada movimiento en ella era majestuoso. Era dueña de su instante.
En ese momento ve aparecer, a unas decenas de metros de su
casa, un camión cisterna que riega las calles. Una leve brisa le acarició la cara.
Sin pensarlo, se enfunda unos shorts tejanos, y sin calzar sus pies, sale de casa presurosa, llegando a la calle justo en el momento que pasaba
lentamente, regando el asfalto. Ella no dudó en aproximarse lo necesario para que los chorros de agua la empaparan.
Gozosa reía. No precisaba a nadie para sentirse viva. Disfrutaba haciendo lo que el cuerpo le pedía, sin pedir
permiso ni rendir cuentas.
Persiguió al camión de riego chapoteando descalza sobre los charcos que iba dejando.
Y sus pies se iban llenando de escarcha tibia, y su cabello de estrellas cálidas...
“...Olvidamos que todos los Universos están aquí, dentro
de nosotros. Sólo necesitamos reconocerlos. Pero nos empeñamos en buscarlos fuera con el único fin de justificar la existencia
y cuando la damos por justificada, nada tiene sentido y volvemos a repetir el ciclo una y otra vez hasta que la compasiva muerte nos lleva...
La muerte, ella es lo único certero, la única innegable verdad. Es la inagotable herencia que todos compartimos sin opción a rechazar.”
Ilusa mujer que soñó con una segunda oportunidad para nacer -
Autodidacta que utiliza la escritura y la pintura para completarse -
Defensora de causas perdidas (entre otros 'defectos') -
Fiel al corazón e infiel a la razón, que cambió el orden de los sustantivos en alguna equivocada ocasión -
Llena de nada de aquellos "todos", donde hubo muchos "cuándos" sin importar "dónde"...
- Muy agradecida a todos los que, al visitarme, me dediquen un instante de sus valiosas vidas para leerme y dejarme su impresión por escrito -